Los Halcones Sangrientos, son un capítulo sesgado de
entre los primeros Cuervos Sangrientos. Hermanos Astartes que no compartían los
pensamientos ni las disciplinas de dicho capítulo, fueron los que fundaron a
los Halcones, tras la Herejía de Horus.
Son un capítulo nómada, pues no tienen ningún
planeta de origen, sino que recorren el Imperio de la humanidad buscando a los
más valientes para ser convertidos en Astartes. Pero la búsqueda es difícil, el
proceso de entrenamiento y cambio es largo, así que necesitan de un lugar donde
usar la semilla genética para crear Astartes desde cero.
Por eso mismo, los Halcones Sangrientos cuentan con
más de una base principal, en distintos planetas, si bien la más conocida por todos
es la que está en el sistema de Praetoria. Además, cuentan con los cruceros y
destructores más avanzados del Imperio, por lo que en caso de necesidad, pueden
usarlos como mundos astronaves y recuperar efectivos.
Pese a ser un capítulo joven, ha ido ganando notoriedad con el paso de los años al tener
tantos éxitos en sus campañas. Son muy devotos, aunque no tanto como los
Templarios Negros. Prefieren antes una lucha a distancia que una cuerpo a
cuerpo. Sus tácticas de contragolpe son estudiadas incluso, en otros capítulos,
al haberse demostrado ser efectivas en miles de batallas. Para ello, el
capítulo usa estrategias de defensa, parecidas a los Puños Imperiales, pero con
modificaciones para realizar un ataque veloz y fiero a las filas enemigas.
El capítulo está ahora bajo el mando del Capitán
Alexander Alcainus, descendiente de la familia Alcainus. Junto a su Capellán
Reinarz y su Apotecario Cadderly, viajan en una de las naves de batalla más
poderosas, la Hammerfest, esperando sus próximas órdenes desde la Sagrada
Terra.